lunes, 5 de noviembre de 2012

Patricia della Giovampaola: "La elegancia es una cuestión de actitud"

Esta es la reproducción del reportaje realizado a Patricia della Giovampaola por la revista HOLA ! edición n°103 octubre 2012.- 

 
 

Patricia della Giovampaola: "La elegancia es una cuestión de actitud"

 
La especialista en moda que impacta en todas las galas con su look nos cuenta sus secretos
 
Foto: María Teresa de Jesús Alvarez
 
Es una de las mujeres más elegantes. Cada una de sus apariciones públicas son una exhibición de estilo y glamour. Patricia della Giovampaola nació en Montepulciano, en la Toscana, y allí creció rodeada de lienzos, encajes y bordados. Sus abuelos maternos eran fabricantes de telas y su madre Eny y su tía Angela podían pasar horas pensando qué ponerse para una boda o cómo serían sus trajes para las fiestas de Carnaval. "Yo heredé esa misma pasión", asegura la ex modelo, viuda del príncipe Rodrigo d’Arenberg y especialista en moda. "Hace dos años me eligieron como madrina de una sobrina de Rodrigo, Althea –hija del príncipe Edouard de Ligne–, y en la casa de mi padre ¡estaba el vestido con el que me habían bautizado a mí! La niña usó ese mismo vestido, un traje divino, casi impensado para un pueblo tan pequeño como Montepulciano", cuenta.
Fanática de los desfiles y fiel asistente a la Semana de la Moda de París, donde vive gran parte del año, Patricia conoció a Yves Saint Laurent a comienzos de 2000. "Ya no era el esbelto chico de los años 60, en plena ebullición creativa. Me resultó un señor muy serio. A quien sigo viendo mucho es a Pierre Bergé, su socio y cofundador de la maison Yves Saint Laurent", asegura.
 
–Tu pasión por la moda te lleva a estar siempre con las últimas tendencias. ¿Te reconocés una compradora compulsiva?
–¡No! Jamás compraría algo que sé que no voy a usar. Tengo una amiga en París que compra, compra y compra y llega a su casa y nunca abre las bolsas. Si yo compro algo y no lo uso, lo vivo como un fracaso. Me gusta usar todo lo que tengo y darle vida a mi guardarropa. Y también repito vestidos: hay una chica que se dedica a subir fotos mías y mostrar cuántas veces repito un vestido. Sería anormal y vergonzoso si no repitiera.
 
 
–Dentro de los accesorios, ¿te gustan más las carteras o los zapatos?
–Salvo las creaciones de noche de Judith Leiber, no muero por las carteras. Cuando mis amigas me proponen salir a comprar carteras como si fuera un gran programa, yo les digo: "¿Comprar carteras? No, paso". Con los zapatos es diferente porque, aunque parezca mentira, llego a gastarlos. Lo que sí me pierden son los aros.

Foto: María Teresa de Jesús Alvarez

–¿Siempre llevás tacos?
–No. A mí me gusta dividir el día en dos partes: a la mañana, ando de zapatillas para hacer gimnasia, salir a caminar... Pero cuando salgo de noche, siempre de tacos altos.
 
–Pantalones, ¿sí o no?
–Ahora no tanto. El otro día viajé de jeans negros a Punta del Este y me dije a mí misma: "Mirá, no son tan incómodos". Pero hace muchísimo tiempo que no compro pantalones… [Piensa.] No, mentira: esta temporada compré unos de Prada, pero que en realidad van con un vestido superpuesto.

 
–¿Sentís la exigencia de tener que verte siempre elegante?
–No lo vivo como una presión, es algo que me divierte. Yo me visto para mí. La gente se fija mucho qué me pongo. Con mi hermana Rosella tenemos esa mezcla extraña de ser de acá, pero también ser extranjeras. Esa combinación genera intriga.

 
–¿Te lleva mucho tiempo pensar qué vas a ponerte?
–No. Cuando tengo un evento, a la mañana ya sé lo que voy a ponerme. Pienso: "¿Va a hacer frío?, ¿va a hacer calor?, ¿qué color quedaría mejor? ¡Ah, ya sé! Voy a ponerme tal vestido!". Jamás me metería en mi guardarropa a mirar qué usar porque sería enloquecerme.

 
–Pero ¿recordás todos los vestidos que tenés?
–Sí, además tengo un cuaderno desde hace diez años donde voy anotando todo lo que compro por fecha y con su foto correspondiente. El año pasado empecé un cuaderno nuevo porque en el otro ya no entraba nada más.

 
–¿Qué es ser elegante?
–La elegancia no tiene que ver con llevar un vestido caro: es una cuestión de actitud. Una mujer que no tiene vida interior jamás puede verse elegante por más que se ponga miles de pesos encima.
 

UN POCO DE AQUI Y OTRO POCO DE ALLA


Foto: María Teresa de Jesús Alvarez

–¿Qué sentís que sigue intacto de aquella niña que se crio en Montepulciano?
–Es como si no me hubiera ido nunca de allá. He adquirido mundo, pero mi esencia es la misma. ¡Ese pueblo soy yo! Me sigo escribiendo con compañeras del liceo.
 
 
–¿Cómo describirías la relación con tu hermana Rosella?
–¡Ella es incondicional, mi gran amiga, mi gran confidente! También nos peleamos, ¿eh? Ella tiene un carácter muy fuerte…

 
–¿Por qué pelean?
–Por pavadas, típica relación de hermanas. Pero no podemos estar más de dos días sin hablarnos y, cuando estamos en diferentes países, nos escribimos dos o tres veces por día. Salir a comer con Rosella es un gran evento para mí. Nos preparamos como si fuera una cita extraordinaria. ¡Una celebración!


–¿Cómo te llevás con tu papel de hermana mayor?
–Rosella tiene más ese rol. Ella es más seria, más conservadora. Es raro, porque yo soy cuatro años mayor.


–¿Te pesa el correr del tiempo?
–A mí no me gusta decir mi edad y las mujeres que dicen "a los 50 me siento espléndida" me parecen estúpidas. Los años no son un valor en sí mismo. A mí jamás se me ocurría preguntarle a alguien cuántos años tiene, me parece absurdo.
 
 
–¿Te hubiera gustado ser mamá?
–No se dio y no voy a hacer un drama por eso. Si hubiera tenido hijos con Rodrigo, hoy sería una viuda con hijos de 7 u 8 años. Yo viví muy de cerca esa situación con mi hermana que quedó viuda con una hija muy chica. Durísimo. Me parece absurdo esa cosa de que una mujer no se realiza porque no es madre. ¿Cuántas mujeres hay que tienen cinco hijos y son tremendamente infelices?
 
 
–¿Estás enamorada?
–Sí, estoy muy contenta, pero no me gusta hablar de eso, prefiero no exponer mis sentimientos. Cuando murió Rodrigo, hablé mucho de mi dolor y después me chocó verlo publicado. Tampoco soy un personaje tan famoso como para que a la gente le interese saber cómo está mi corazón.
 
Texto: Sebastián Fernández Zini
Fotos: María Teresa de Jesús Alvarez .

SIC revista HOLA: revista HOLA Argentina
 



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